La presente publicación, forma parte del ensayo titulado “Venezuela 2020 Un País de Ciudadanos” que engloba una parte de mi ideas, para saber cómo conducir a la sociedad venezolana hacia el progreso y el bienestar público. Participante del concurso “Pensando en Venezuela” del Centro de Políticas Públicas (Ifedec).
Venezuela 2020
Un País de Ciudadanos
Por: Ilan Durán
Soñar en una Venezuela dentro de los
próximos diez años, es reflexionar de nuestras acciones en el presente
El país no cambiará de un día para otro, pero si no
damos ese primer paso siempre será el mismo. Por esto es que no podemos esperar
que un gran cambio nacional suceda sin que nosotros hagamos la diferencia.
La realidad de gran parte de la sociedad venezolana
es que hasta que uno no sea la víctima es indiferente a la situación. Esto crea
en la persona una aptitud insensible a lo que suceda en el país, originado
principalmente en el pensamiento de que su esfuerzo no hará cambio alguno y por
ende no vale la pena intentarlo.
Esta lucha intangible es la que nos diferencia
entre un país desarrollado y un país en “Vía de Desarrollo”. La realidad, es
que solamente ciudadanos organizados y con compromiso pueden lograr el éxito de
sus causas.
Venezuela necesita de alcaldes y gobernantes que
gobiernen en función del Estado, sin ningún fin propagandístico o partidista que
solucionen los problemas de la gente por una calidad de vida mejor.
Necesitamos venezolanos con visión, que constituyan
el sueño de todos los venezolanos en un proyecto de país y que quieran a
Venezuela de corazón.
Atendiendo con inteligencia y precisión las necesidades
nacionales actuales, basados en tres pilares fundamentales para cualquier país en
desarrollo, como la Educación, la Unidad Nacional y el Impulso Económico.
“Un pueblo ignorante es un instrumento
ciego de su propia destrucción”
Simón Bolívar
La educación es la base de una nación y con un buen
sistema educativo, confiable e innovador tendríamos asegurado la creación de
nuevas generaciones de venezolanos preparados no solo en conocimiento sino también
como ciudadanos.
¿Cómo podemos hacer esto realidad? Con una reforma
educativa seria, basada en la legislación de nuevas leyes que se centralicen
en:
La recuperación de la infraestructura de todas las
escuelas públicas del país, mediante una arquitectura vanguardista, para la
creación de un ambiente en pro del estudio y el conocimiento.
Crear un sistema contralor que permita la evaluación
anual de la labor y desempeño del profesorado en las escuelas, para así
determinar la calidad de educación impartida en los colegios. El problema
principal no es lo que se imparte, sino cómo y quién lo da.
Impartir una materia que comprenda los valores y
principios que cualquier ciudadano venezolano debería tener, reseñando como
ejemplo la labor y vida de grandes ilustres históricos y contemporáneos del
país en la sociedad, ¿Porqué no llamarla “Ciudadanía Venezolana”?
Acompañado en todos los niveles educativos con una
educación ambiental basada en la normativa ISO 14001 para crear conciencia
ambientalista en los estudiantes. Donde todas las escuelas públicas y privadas,
sean centros de clasificación de desechos sólidos.
Expandir el Sistema Nacional de Orquestas a todas los
rincones del país, para fomentar la música y la cultura desde una perspectiva
diferente.
El mundo está en un constante desarrollo científico
que no podemos quedarnos tan atrás de lo que estamos, el uso de nuevas
tecnologías como instrumentos y métodos educativos como la educación a distancia
o e-learning son necesarios.
Si cumplimos con todas estas propuestas tendríamos
una educación de primera, formando ciudadanos útiles a la sociedad, que enseñarían
conocimientos, valores y costumbres de generación en generación.
“Sólo los buenos sentimientos pueden
unirnos, el interés jamás ha forjado uniones duraderas”
Auguste Comte
La actual realidad del país, producto de años sin
soluciones efectivas a las necesidades de la gente, nos ha llevado a un
conflicto sociopolítico basado en dos corrientes distintas.
A pesar de que una de ellas busca la unidad
nacional y la pluralidad de pensamiento, la otra busca la radicalización de sus
ideas socialistas pro-comunistas sin tomar en cuenta la opinión de los demás.
Para resolver este conflicto, debemos ser
tolerantes a las ideas que son distintas a la nuestras, teniendo siempre claro
que primero esta la razón y los hechos antes los fundamentos de una ideología.
Los poderes públicos deben ser imparciales y fieles
a la constitución de la república para que tomen decisiones justas para todos,
que permita encontrar puntos de encuentro entre las corrientes para un dialogo
unitario.
Es importante proclamar una amnistía nacional por
una Venezuela unida, que permita pasar la página histórica de los hechos, para
escribir una nueva de esperanza.
Con una Venezuela consciente, los intereses de la
gente estarían centrados en el desarrollo del país y en la busca de la
superación personal.
“La
libertad política es la condición previa del desarrollo económico y del cambio
social”
John F. Kennedy
Para que haya una estabilidad económica, debe haber
una coexistencia entre el sector público y el privado. Es obvio que con el
socialismo pro-comunista la propiedad privada no puede existir, ya que este
sistema político busca la socialización de los factores de producción del país
sin importar la propiedad particular de cada uno de los venezolanos.
Es por esto que necesitamos reafirmar los
principios de la libertad individual mediante un estado democrático, que crea
las condiciones necesarias para impulsar la pequeña y mediana empresa.
Una exoneración de impuestos inicial, acompañada
con la disminución de la burocracia legal, para la creación de nuevos negocios,
motivaría rápidamente el incremento de la inversión en la nación.
Asimismo, debe haber una justicia plena que vigile
y castigue vigorosamente los hechos de corrupción desde sus inicios, en las
instituciones y empresas, tanto públicas como privadas, para tener así una
economía fuerte y confiable.
Con esto tendríamos nuevas fuentes de empleo, que les
daría a las familias venezolanas una ganancia porcentual mayor que la de antes,
permitiéndoles una posible capacidad superior de consumo, aumentando así la
oferta y la demanda que originaría ganancias para todos.
Si pensamos en un país como este y lo hacemos
realidad, nuestra nación tendrá un futuro mejor. Una Venezuela unida, con bajos
índices de inseguridad y de corrupción, una sin impunidad y con justicia, una
moderna y tecnológica, un país modelo a seguir en el mundo, es posible ¿Por qué
no?
El destino de un país lo elige sus ciudadanos, y es
aquí la importancia de que cada uno de los venezolanos entendamos, que para
construir una nación libre y democrática debemos ser ciudadanos y no
habitantes.
Es necesario entender que el país necesita de la
participación de cada uno de nosotros, hay que dejar de ser apolíticos frente
los problemas. Debemos convertir nuestras palabras en acciones concretas y
reaccionar cuando es necesario.
Yo no solo sueño y pienso en una Venezuela mejor,
yo colaboro para hacerla realidad. La historia no podemos cambiarla pero si
podemos ser parte de ella. Seamos protagonistas de la que se está escribiendo
en Venezuela.
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